Quiero comentarles como fue que inicie mi docencia, en el año de 1996 conocí en la universidad a una compañera con quien realicé mi tesis; tiempo después ella se hizo maestra y por situaciones personales tuvo que dejarlo, pero antes de hacerlo me invito a atender el grupo al que impartía clase, me presento con su jefe de materia quien me pregunto si podía apoyarlo con un grupo disponible, de cuarto semestre, para darle clases de base de datos, le comente que si. Una anécdota de esto (tal vez no me crean) es que lo vi como un favor que le hacia a mi amiga, no sabia que me iban a pagar por ello, hasta que un mes después en el área de personal me pidieron pasar a la caja a cobrar jaja ja.
Mi primer día de clase fue hermoso, estaba muy nerviosa por que nunca había estado frente aun grupo dirigiéndolo, me presente y explique a los jóvenes la forma de trabajar y evaluar.
Al final del semestre me di cuenta que dar clases me gustaba y mucho; a la par trabajaba en una compañía de seguros en donde tiempo después impartí cursos y así reforcé que enseñar a los demás era lo que quería hacer en mi vida.
Algunos años mas tarde salí de la aseguradora y me dedique por completo a la docencia; he visto que disfruto mucho hacer lo que hago y por lo mismo creo no haber defraudado hasta el día de hoy a mis alumnos, quienes cada semestre me agradecen haber sido su maestra.
Al principio era muy seria pero también los alumnos nos ayudan a crecer y un día una alumna me pregunto “¿oiga maestra usted nunca se ríe?”, le conteste que si, desde entonces procuro entrar con una cara de alegría al salón de clases, lo cual motiva a los alumnos a expresar sus dudas de los temas vistos.
En realidad, creo que ser reconocida por mis alumnos como una buena maestra para mi ha sido la fuerza que me motiva a continuar en mi labor, por que con esos comentarios en lugar de sentirme grande me siento con mas responsabilidad hacia ellos, debo actualizarme para darles conocimientos que les ayuden a enfrentarse en el campo laboral; asimismo hacen que me esfuerce cada día mas, me capacite y adquiera herramientas que me permitan entenderlos tanto en su inquietudes como en sus necesidades.
He encontrado muchas satisfacciones personales, profesionales, humanas, sociales, etc., creo que de no ser así ya no seria profesora; esta actividad la veo como una fuente de superación por que siempre debes estarte preparando para no quedarte obsoleta y resolver todas las dudas que tengan tus alumnos en la asignatura que impartes.
Para mi, ser docente es algo maravilloso, algo que me llena y me hace sentir importante en el sentido de que puedo ayudar, guiar y darle armas a los jóvenes para su desarrollo profesional; de igual manera encontré compañeros con quienes he compartido momentos muy agradables y con quien he realizado proyectos para beneficio de los alumnos y la institución en la que laboro.
Lo único que lamento de esta profesión es que de repente te encuentras personas a quienes no les interesa la preparación de los jóvenes y que están en este medio solo por que no encontraron otra cosa y quienes desafortunadamente en lugar de ayudarte te ponen trabas, como es mi caso en el área de informática ya que mi labor depende de que se me permita el uso de las computadoras y el personal de esta área en mi institución no lo ha entendido así y eso me trae muchos problemas para poder impartir bien mis clases.
Pero se que debo seguir adelante aun que tengas a veces que luchar contra este tipo de personas; sin embargo en ocasiones me siento desmotivada y quisiera echar todo por la borda o hacer como que doy clase pero cuando veo a los jóvenes, interesados por aprende, entonces se me olvidan esos problemas y sigo adelante.
Mas pesado es cuando las autoridades de tu plantel no te apoyan, aun sabiendo que lo único que buscas es la preparación de tus alumnos.
También hay personas en la sociedad que no reconocen la labor del profesor y piensan que todos estamos aquí por que no hubo otra cosa que hacer o no tenemos el compromiso con sus hijos, afortunadamente no es mi caso.
Pero en general a mi la docencia me ha traído muchas satisfacciones y trabajar con jóvenes es de las cosas mas enriquecedoras que me ha tocado vivir.
Mi primer día de clase fue hermoso, estaba muy nerviosa por que nunca había estado frente aun grupo dirigiéndolo, me presente y explique a los jóvenes la forma de trabajar y evaluar.
Al final del semestre me di cuenta que dar clases me gustaba y mucho; a la par trabajaba en una compañía de seguros en donde tiempo después impartí cursos y así reforcé que enseñar a los demás era lo que quería hacer en mi vida.
Algunos años mas tarde salí de la aseguradora y me dedique por completo a la docencia; he visto que disfruto mucho hacer lo que hago y por lo mismo creo no haber defraudado hasta el día de hoy a mis alumnos, quienes cada semestre me agradecen haber sido su maestra.
Al principio era muy seria pero también los alumnos nos ayudan a crecer y un día una alumna me pregunto “¿oiga maestra usted nunca se ríe?”, le conteste que si, desde entonces procuro entrar con una cara de alegría al salón de clases, lo cual motiva a los alumnos a expresar sus dudas de los temas vistos.
En realidad, creo que ser reconocida por mis alumnos como una buena maestra para mi ha sido la fuerza que me motiva a continuar en mi labor, por que con esos comentarios en lugar de sentirme grande me siento con mas responsabilidad hacia ellos, debo actualizarme para darles conocimientos que les ayuden a enfrentarse en el campo laboral; asimismo hacen que me esfuerce cada día mas, me capacite y adquiera herramientas que me permitan entenderlos tanto en su inquietudes como en sus necesidades.
He encontrado muchas satisfacciones personales, profesionales, humanas, sociales, etc., creo que de no ser así ya no seria profesora; esta actividad la veo como una fuente de superación por que siempre debes estarte preparando para no quedarte obsoleta y resolver todas las dudas que tengan tus alumnos en la asignatura que impartes.
Para mi, ser docente es algo maravilloso, algo que me llena y me hace sentir importante en el sentido de que puedo ayudar, guiar y darle armas a los jóvenes para su desarrollo profesional; de igual manera encontré compañeros con quienes he compartido momentos muy agradables y con quien he realizado proyectos para beneficio de los alumnos y la institución en la que laboro.
Lo único que lamento de esta profesión es que de repente te encuentras personas a quienes no les interesa la preparación de los jóvenes y que están en este medio solo por que no encontraron otra cosa y quienes desafortunadamente en lugar de ayudarte te ponen trabas, como es mi caso en el área de informática ya que mi labor depende de que se me permita el uso de las computadoras y el personal de esta área en mi institución no lo ha entendido así y eso me trae muchos problemas para poder impartir bien mis clases.
Pero se que debo seguir adelante aun que tengas a veces que luchar contra este tipo de personas; sin embargo en ocasiones me siento desmotivada y quisiera echar todo por la borda o hacer como que doy clase pero cuando veo a los jóvenes, interesados por aprende, entonces se me olvidan esos problemas y sigo adelante.
Mas pesado es cuando las autoridades de tu plantel no te apoyan, aun sabiendo que lo único que buscas es la preparación de tus alumnos.
También hay personas en la sociedad que no reconocen la labor del profesor y piensan que todos estamos aquí por que no hubo otra cosa que hacer o no tenemos el compromiso con sus hijos, afortunadamente no es mi caso.
Pero en general a mi la docencia me ha traído muchas satisfacciones y trabajar con jóvenes es de las cosas mas enriquecedoras que me ha tocado vivir.
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